¡Cuánto hubiera querido quedarme con las ilusiones
del brillante discurso de Obama! Pero luego que pasó la primera emoción;
¡cuánto lo siento!, caí en la realidad! Llama la atención la capacidad de cautivar que tiene
este mandatario, llega a hacer pucheros empleando recursos poéticos, y hasta llorisquear,
tocando puntos emocionales que llegan a sacar lágrimas en sus oyentes. ¡Y cómo
juega con argumentos!, que cuando se les escucha parecen ciertos y válidos,
pero si lo analizamos a fondo, podemos encontrar debilidades insalvables en
ciertos puntos, que -al ahondar- vemos que son, justamente, el eje sobre
el que gira su discurso, y la base en la que se apoya, todo éste.
El argumento que Obama ha mantenido como explicación
del por qué es ahora que él extiende la mano de la paz, a estos Asesinos de un
pueblo, es que las sanciones del pasado no han funcionado. Pensemos si seria
válido dejar en libertad total y sin sanciones, a un individuo que primero se
llevó la luz roja y se le puso una multa, pero más adelante manejó borracho y
provocó muertos en un accidente, se le privó de libertad a varios años por esto,
y cuando salió se emborrachaba y maltrataba violentamente a su familia; luego vivía del robo... y así
llegó a convertirse en un asesino de muchos; pero como las sanciones con él no
funcionan, entonces, siguiendo el argumento de Obama, lo dejaríamos sin
sanciones y todos nos acercaríamos a él para ayudarlo... Exactamente esto es lo
que está pretendiendo Obama con los Castro, cuando levanta las pocas sanciones
que se le han puesto, que no es que no hayan funcionado, sino que no han sido
suficientes para detener el crimen que ellos ejecutan constantemente, y que lo
incrementan día a día de manera sistemática. Nunca será obsoleto -como
sentencia Obama en este caso- el ejercer la justicia sobre los criminales, para
garantizar la Paz social.
Y, por el contrario, el ofrecer la rosa blanca, de eso estamos ya de regreso. Son muchas veces y
muchas personas las que han ofrecido la rosa
blanca y esto No sólo no ha funcionado nunca; sino que lo que ha traído han
sido más traiciones, más persecuciones, más violencia, más odio, en los
criminales. ¿Acaso Oswaldo Payá, con decenas de miles de firmantes, no ofreció la Rosa Blanca al presentar su Proyecto
Varela, donde se buscaba la verdadera Reconciliación de todos los cubanos; ¿acaso
las Damas de Blanco con Laura Pollán a la cabeza, no comenzaron ofreciendo su
Rosa Blanca cada domingo, desde hace décadas? ¿Y cuántos más no hemos ofrecido
nuestras rosas blancas, que es lo mejor que sale de nosotros con nuestras
propias luces? Pero nuestros jardines han sido destrozados y nuestras luces enteradas,
sancionadas, confinadas... Y tanto Oswaldo Payá como Laura Pollán, con premios
internacionales y candidatos al premio de la Paz, hoy están muertos a manos del
Régimen; y, ¡qué grave!, el Presiente de USA va justamente allí a ofrecer la
Rosa blanca, pisoteando sus tumbas y, la de tantos, y tantos...
¿Qué buscas ahora Obama? Mostrar claro qué cosa ¿el
despotismo y la maldad de los Castro? ¡Desde cuándo se está viendo! ¿Cuántas
han sido las denuncias, los horrores cometidos, los gritos ahogados ante la
sordera del mundo. Siempre es menos riesgoso hablar que actuar, y esto caracteriza
a este mandatario estadounidense: el brillar por su excelente elocuencia, y la no correspondencia entre sus palabras y sus acciones
Y me pregunto, ¿Cuántos miles y miles de cubanos
hemos ofrecido ya nuestras rosas blancas? y ¿Dónde estamos?... ¡Bata ya de
abusar!
¡Cubanos, no nos engañemos!, saquemos sí, todos los
días nuestras rosas blancas, que son
nuestra dignidades, despojadas de buscar el centro y el aplauso. ¡No nos
engañemos!, sepamos bien donde está el bien y donde el mal. ¡Que ningún poder
de este mundo nos confunda y que sea el Único Todopoderoso quién ilumine
siempre nuestro interior para saber, dónde está la luz, para seguirla con todas
nuestras fuerzas, y dónde la tiniebla, para rechazarla. ¡No perdamos ese
espíritu luminoso y certero que nos caracteriza, que lo heredamos del Padre de
la Patria, Félix Varela, de cuyo sólido pensamiento Martí se nutrió, pero -¡que
vacío!- su nombre quedó esfumado del discurso de Barack. ¿Sería esto un simple
olvido de los que lo asesoraron en la información?
Y, al final de todo este día, hermanos, en el cual
amanecimos con un nuevo ataque terrorista, que quedó como telón de fondo del "histórico discurso del Presidente Obama",
me pregunto: en lugar de quedar enterrada hoy la guerra fría, como decreta Obama ¿no quedó hoy más hundida bajo
tierra, la libertad y soberanía de mi país?
¡Paz y Bien!
Alberto, no sin mi Sara
Miami, 22 de Marzo de 2016, 11:55 pm